Vista Flores, Valle de Uco

El vino nace en el viñedo⁣⁣

Cuidadosamente conducido, cada una de nuestras parcelas son trabajadas apuntando a la calidad de la uva y al respeto del entorno. Trabajamos en forma orgánica y biodinámica, con una viticultura “a la francesa” manual y de bajo rendimiento para producir uvas de muy alta calidad.

Valle de Uco, Mendoza, el terruño que aloja nuestras viñas al pie de la Cordillera de Los Andes, es un valle formado por altas cumbres. Su gran amplitud térmica aporta una calidad única a la uva, materia prima de nuestros vinos.

Nuestro viñedo, a un altitud promedio de 1000 metros, se plantó de 1999 a 2006 y cubre 55 hectáreas con una densidad de 5.500 cepas por hectárea. El Malbec es mayoritario, completado por Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot y Cabernet Franc.

55 Hectáreas
Altitud: 1.000 metros

Se encuentra en la zona Semiárida argentina caracterizada por la escasez de lluvias con 250 a 300mm anuales.
Las temperaturas son templadas a frescas con una media anual de 14°C y amplitud térmica alrededor de los 15°C.
Pertenece a la Región III de la clasificación climática de Winkler con 1.800 grados día de Octubre a Abril.
El período libre de heladas es de más de 190 días.
La heliofanía efectiva es de 8 horas luz.
La humedad relativa es baja, entre 40% a 60%.

El variado origen geológico de las estructuras montañosas de la Cordillera Frontal en general y del Cordón del Plata en particular, determinó la heterogénea composición mineralógica del material madre y los componentes estructurales de los suelos del piedemonte.

Los últimos acarreos aluvionales pasaron a formar diversas capas superpuestas con distinto grado de consolidación. Estos dieron lugar a estratos de fanglomerados, conglomerados, areniscas simples, cantos rodados o clastos sub-angulares cubiertos finalmente por arena fina y limo. De esta forma se cubrieron con sucesivas capas de sedimentos, desplegadas en forma de abanico en el piedemonte que separa el macizo Andino de la llanura mendocina.

La profundidad de estos suelos pedemontanos es escasa y oscila entre 0,30m a 0,90m. La arena fina es predominante en el perfil edáfico, con presencia de limo.

La clasificación textural va de suelo Arenoso, Areno-Francoso a Franco-Arenoso con gravas y canto rodados formando el esqueleto grueso de más del 25% en el primer metro de profundidad.

Son suelos permeables con muy buen drenaje. Las pendientes del terreno van del 5% de Oeste a Este y del 2 al 3% de Sur a Norte. El pH varía entre 7,3 a 7,8.

La materia orgánica era escasa, menos del 1% debido a su rápida descomposición (mineralización) por la intensa luminosidad y muy reducidas precipitaciones pluviales y se esta mejorando por manejo organico del viñedo, manteniendo una cobertura vegetal en el suelo.

Cepas: Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Petit Verdot

Densidad: 5500 pies por hectárea

Fecha de plantación: Inicio en 1.999

El viñedo es cuidadosamente conducido, teniendo en cuenta la calidad y el respeto del entorno. Trabajamos en forma orgánica y biodinámica, con una viticultura “a la francesa” este equipo argentino, produce uvas de alta calidad con rendimientos promedios de 40 a 70 quintales por hectárea.

El sistema de conducción es realizado en Espaldera, VSP (Vertical Shoot Positioning).

La orientación de las hileras es Norte-Sur. El espaciamiento entre hileras es de 1,80 metros. Las plantas están separadas 1,00 metro entre sí en la hilera.

La densidad de plantación es de 5.500 cepas por hectárea.

La poda se realiza en el sistema doble Guyot y también en cordones con pitones. Con una cantidad de yemas (carga) que va desde 40.000 a 60.000 por hectárea apuntando a rendimientos bajos para asegurar una calidad y concentración óptima de todos nuestros varietales.

El manejo de la canopia se completa con el adecuado posicionamiento de los pámpanos, evitando amontonamiento, sombreado de racimos y su sobreexposición a la luz solar. Se trata de un manejo de canopia o viticultura protectiva, dadas las condiciones de gran heliofanía y radiación Ultra Violeta.

Después de la poda se sigue controlando el rendimiento por raleos de brotes sucesivos en el periodo vegetativo de la vid. De último, en algunas añadas también podemos acabar este control del rendimiento y asegurar el equilibrio de cada planta por un raleo de racimos. (cosecha en verde)

La sanidad de los viñedos es muy buena debido al bajo régimen de lluvias y vientos moderados y persistentes. Se realizan pocos tratamientos fitosanitarios, alrededor de tres aplicaciones preventivas, principalmente utilizando azufre y cobre (permitidos para producción orgánica) para el control de plagas: Oídio y Peronóspera.

La cosecha se realiza manualmente durante los meses de Marzo y Abril en pequeñas cajas plásticas de 12 Kg.

El agua para riego es de muy buena calidad y proviene del acuífero subterráneo. Su conductividad eléctrica del extracto a saturación va de 200 a 250 micro-mohs, relativamente baja. Para su extracción fue necesario perforar pozos a una profundidad de 160 a 240 metros.

El riego del viñedo se realiza por el sistema de goteo.

La estrategia de riego se basa en el concepto de Déficit Hídrico Sustentable. En las variedades tintas se aplica éste déficit tempranamente es decir en el período de cuaje hasta el envero, con el objeto de controlar el crecimiento vegetativo y reducir el tamaño de las bayas. Además, obtener una mayor concentración aromática y polifenólica. En el mismo sentido se aplica el raleo de racimos durante el envero, consiguiendo una distribución e iluminación regular de los racimos y mayor concentración de componentes de la uva.

Cosecha: Manual durante los meses de marzo y abril

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